«Año nuevo, vida nueva»

«Año nuevo, vida nueva»; cuantas veces repetimos esto al comenzar el año, empezamos con todo el entusiasmo en nuestros propósitos y deseos, pero conforme va pasando el tiempo el ánimo va decayendo.

No es necesario esperar hasta que sea año nuevo para ser mejores o disfrutar de la vida, es cierto se cierra una etapa pero todos los días sale el sol, cada día nos da nuevas oportunidades para comenzar y cumplir nuestros propósitos.

Cuál es el secreto la motivación y los objetivos; como personas diariamente estamos cambiando, tenemos nuevas metas, nuevas actitudes y pensamientos, es difícil ser lo que éramos; las vivencias nos van trasformando, vivimos en un mundo donde estamos en constante adaptación, así que no podemos quedarnos sentados viendo como pasa la vida.

No corramos vayamos paso a paso, cumplamos nuestras metas poco a poco, disfrutando de su realización, sin desanimarnos porque no hay resultados inmediatos. Agradezcamos las nuevas oportunidades que se nos brinda, el cerrar y comenzar un nuevo ciclo. Disfrutemos el poder soñar y abrirnos nuevos caminos.

Deseemos que este sea uno de los mejores años, proponiéndonos sea cual sea nuestras metas lograr un año maravilloso.

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El último día

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Hace unos días desafortunadamente, viví la perdida de un ser luchador, entregado, alegre, bueno no terminaría de decir cualidades.

El punto es que te das cuenta que aunque hables de la muerte, sepas cosas sobre ella, jamas estas preparado.

No hay palabras de consuelo, a veces ni lugar para estar, el darte cuenta en tu vida diaria que esa persona no estará, es como una bomba, el no escuchar sus risas, sus ideas, compartir parte de su vida, sabes que el camino tiene su fin, que no sabes cuando acaba, y que los caminos se han separado.

Que difícil es la despedida de alguien, hay tantas palabras para decir, que no se puede en unos minutos, horas o días no se alcanzan a decir tantos recuerdos.

Es tan contradictorio el estar tranquilo por esa persona que esta tal vez mejor, pero al mismo tiempo se nos parte el alma por no compartir otro segundo de la vida.

Los días se hacen pesados, porque el volver a la rutina ya no es igual, te ha cambiado todo.

En realidad no hay palabras exactas para estos momentos, ni consuelo; el dolor es tan real, que parece un sueño.

podemos ir buscando esa paz dentro de nosotros, con el tiempo ir sanando las heridas y tratar de salir con mas fuerza por ti y por esa persona que ha partido; recuerda y vive.

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El nombre

Por que o para que usar el nombre de Dios en las guerras, para dar castigos, el decir quien esta bien y quien no.
Si de verdad estamos con Dios es dar amor, no castigar, él ama y perdona, es tan bondadoso que sabe respetar las decisiones ajenas, aun siendo el creador.
No usen ese nombre para dictar reglas del mundo, no importa de que religión sea, el objetivo es el mismo el amor y la vida; su mandamiento mas preciado «amarse los unos a los otros»

El protagonista

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La pregunta es, quién es el personaje que dirige tu vida, estas a expectativas de hacer lo que dicen los demás o en ser tu y así hacer feliz a los demás. Si la respuesta es la primera llegara un día en el que todo será contradictorio porque los demás quieren cosas diferentes, siendo difícil complacer a cada persona.
En cambio si logras ser tu y compartirlo dejaras una huella en cada persona que entre en tu vida.

Tu eres el que vive tu vida, tus días, no dejes que alguien llegue y se interponga en tus sueños, en tus actitudes o sentimientos.
Solo se vive una vez, así que solo hay una película para protagonizar lo que queremos ser, aunque se puede decir que se vuelve mas interesante cuando logras compartirla con alguien.

Elige quien saldrá a escena y contemplará lo que hay en ella; asi como quien será el principal o sencudario. Eres el autor del libreto.

Así que toma tus decisiones, vive y siente tus emociones y porque no en ocasiones dejarte llevar por llevar por ellos.

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El juez

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Cada persona esta viviendo y protagonizando su vida, no es todo egoísmo, si no protagonismo, es fácil jugar a ser juez y juzgar por lo que los demás hacen o no hacen; pero la vida no se trata de seguir las mismas reglas, aunque ya estén establecidas, cada quien tiene su concepto de lo que esta bien o mal (todo se basa en una lucha de poder y control); estamos en una sociedad fragmentada y herida, en busca de lo que nos completa para ser quien queremos ser.
Pero quien nos da el derecho o la obligación de llevar el peso mas grande juzgado a los demás. No es fácil no hacerlo, pero tampoco hacerlo, es una carga y desgaste estar pendiente de lo que los demás realizan o por otro lado el ser juzgado.

Retomando, la vida se trata de momentos, de respetar, compartir y querer; no se puede ir controlando todo a su paso, porque seria algo que nos llevaría a la infelicidad, al no tener todo en las manos.
La felicidad esta en nosotros, como en varias ocasiones he mencionado, es disfrutar como niños, compartir con alegría y respetar como sabios. No tratar de complacer a todos, pero si de respetar al otro.
Sonríe, ríe y vuelve a reír, perdona, déjalo ir, no es olvidar, pero si soltar, se libre y ama sin condiciones.

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Un solo mensaje

La paradoja de nuestro tiempo en la historia es que tenemos edificios más altos pero temperamentos más cortos, autopistas más amplias, pero puntos de vista más estrechos.
Gastamos más, pero tenemos menos, compramos más, pero gozamos menos. Tenemos casas más grandes, familias más pequeñas, más comodidades y menos tiempo para disfrutarlas. Tenemos más títulos pero menos sentido, más conocimiento, pero menos juicio, somos más expertos, pero con más problemas, tenemos más medicinas y menos salud.
Bebemos y fumamos demasiado, somos demasiado imprudentes, nos reímos demasiado poco, conducimos demasiado rápido, vivimos demasiado enojados. Nos levantamos demasiado cansados, leemos demasiado poco… y muy pocas veces oramos.
Hemos multiplicado nuestras posesiones y hemos reducido nuestros valores. Muy rara vez hablamos del amor pero con demasiada frecuencia hablamos del odio.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no una vida.
Hemos añadido años a la vida y le hemos quitado vida a los años.
Hemos cruzado el camino a la luna de ida y de vuelta, pero nos cuesta cruzar la calle para saludar a un nuevo vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no nuestro espacio interior.
Hemos hecho grandes cosas, pero no cosas mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminado el alma.
Hemos conquistado el átomo, pero no nuestros prejuicios.
Hoy escribimos más, pero aprendemos menos.
Planeamos más, pero logramos menos.
Hemos aprendido rápido, pero no hemos aprendido a esperar. Construimos más computadoras para tener más información, pero cada vez nos comunicamos menos.
Estos son días de viajes rápidos, pañales desechables, moralidad dispensable, amores de una sola noche, cuerpos con sobrepeso y pastillas que hacen de todo desde alegrar, hasta calmar o matar.

Vivimos días en que hay mucho para aparentar y poco para mostrar.
Estos son tiempos en que la tecnología puede llevar en un instante este mensaje a ti. También es un momento en que usted lo puede compartir o simplemente borrar.

Nunca dejes de vivir momentos con tus seres queridos, porque ellos no van a estar siempre a tu lado.
Recuerda, por ejemplo, regalar una palabra cariñosas a quien busca en ti el asombro, porque ese pequeño muy pronto va a crecer y va a salir de tu lado.

Recuerda, por ejemplo, abrazar fuertemente a quien está cerca de ti, es el único tesoro que le puedes dar a tu corazón y no cuesta un centavo.

Recuerde decirle siempre «Te amo» a tu pareja y a tus seres queridos, pero hazlo en su verdadero sentido. Un beso y un abrazo reparan un daño, aún cuando éste se encuentre muy dentro de ti.

Recuerda estrechar manos y valorar a quienes tienes a tu lado, algún día esas persona ya no estarán contigo.
Dale tiempo al amor, dale tiempo al conversar y compartir los preciosos pensamientos de la mente.

Y SIEMPRE RECUERDA:

La vida no se mide por el número de veces que respiramos sino por aquellos momentos en que nos quedamos sin aliento.

George Carlin

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