La bella: hermosa, cariñosa, amable, amigable…La bestia: enojada, sufrimiento, impulsiva y con una ternura escondida.
La bella y la bestia dos aspectos en una misma persona.
La mayoría de nosotros tenemos una bella y una bestia dentro de nosotros.
Somos seres que sentimos y actuamos, el equilibrio esta en como manejamos cada una de las partes.
Ser muy buena sin esperar nada a cambio, porque de verdad lo sintamos, tal vez es porque ya pasamos el plano material para darnos valor a nosotros mismos.
Pero ser buena esperando algo, es lo mas común porque a todos nos gusta que nos traten como nosotros tratamos, pero aquí es donde entra la desilusión, porque cada uno tiene su manera de reaccionar pensando que eso es lo correcto.
Mientras damos y esperamos, en el camino puede llegar a doler porque no nos corresponden igual; a lo que muchos pueden terminar en angustian, enojo y sufrimiento, escondiendo lo que en primer lugar necesitábamos.
Pero cómo volver a tener esa esencia que vamos dejando en el camino?
El ser bella no significa que seas mejor o peor.
Cuando en realidad regresas a esa esencia es cuando te sientes pleno con lo que sientes, piensas y haces, dejando a un lado el sentirte inferior, pasando a dar valor a tu persona, a tu ser.
Cuando comprendamos que valemos por lo que somos y compartamos ese sentimiento, hemos llegando a ver la vida de otra manera.
No hay una receta que te diga como llegar a eso, porque cada uno tenemos nuestra propia esencia, cada persona tenemos que ir buscando el camino para pasar del sufrimiento a la alegría; en el camino nos toparemos con muchas personas que para bien o para mal trataran de darnos un empujón hacia ella.
Placer de Vivir 