Se acerca el día del nacimiento de mi segunda luz, llena de sentimientos puedo decir que es una etapa increíble.
El saber que se forma una persona dentro de ti es algo sorprendente, el sentir su primer patada, después cuando da una y otra vuelta que no te deja estar en una posición, el hipo y entre otras cosas te hacen vivir la vida como un milagro.
Aunque seré madre por segunda vez, me siento totalmente primeriza, me emociona el saber que llegará una nueva bendición a nuestras vidas y al mismo tiempo el nerviosismo me invade.
El ser madre me ha cambiado la vida por completo, el ver ese pequeño ser crecer me inspira a ser mejor cada día, observar como se emociona al descubrir el mundo me hace sentir niña otra vez y poder disfrutar de las pequeñas y grandes cosas de la vida que muchas veces pasan desapercibidas.
Ahora saber que habrá dos grandes espíritus a mi alrededor, cada uno con sus personalidades me emociona imaginar las aventuras que se vivirán.
Aun así me siguen invadiendo miles de dudas sobre si lo estaré haciendo bien, que mas falta para ayudar a que sean mejores personas y disfruten de la vida, les estaré dando todo lo que necesitan y al mismo tiempo estaré cuidado de mi, de mi pareja…
Aun recuerdo cuando me entere la primera vez a estaba embaraza, fue una noticia llena de emociones que no cambiaría por nada.
En verdad no se llega a imaginar lo que cambia la vida; alegrías, un amor incondicional, angustias, responsabilidades y de más.
Conforme creces a su lado, te vas dando cuenta de la importancia que tiene un día, de disfrutar las cosas, hacer lo que te gusta y de una inocencia amorosa.
Placer de Vivir 